La Dra. Elena Fiorica-Howells comenzó su carrera como profesora de ciencias en el Upper School de MBS en septiembre de 2005.

Durante su estancia en Morristown Beard, ha impartido clases de biología y biología AP, y ha desarrollado dos populares asignaturas optativas de ciencias: ciencias forenses y genética y biotecnología. Elena también ha sido consejera de las clases de primer y segundo año y consejera docente del Club Italiano. Además, Elena dirigió dos viajes científicos, incluido uno a las Islas Galápagos en marzo de 2016 y otro a Alaska en junio de 2018.

Antes de dedicarse a la enseñanza, Elena era científica. Inspirada por un profesor de ciencias de secundaria que la introdujo por primera vez en la maravilla del funcionamiento interno de una célula, Elena se embarcó en una educación basada en la ciencia que culminó con un doctorado en Farmacia por la Facultad de Farmacia y Farmacología de la Universidad de Milán (Italia), con una tesis titulada "Farmacocinética de la fenformina y sus metabolitos hidroxilados en pacientes nefrópatas".

Antes de cruzar el Océano Atlántico por amor a la ciencia, Elena realizó estancias posdoctorales en el Instituto Mario Negri de Investigación Farmacológica y, posteriormente, en la Facultad de Medicina y Cirugía, en el Departamento de Química Medicinal y Bioquímica, ambos en Milán (Italia). Llegó a Estados Unidos para completar una beca posdoctoral en el Instituto Roche de Biología Molecular, donde la investigación sobre receptores de neurotransmisores se convirtió en su principal interés. Elena continuó su trabajo sobre los receptores de neurotransmisores como investigadora asociada en el Departamento de Anatomía y Biología Celular del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia.

Durante su carrera como científica, Elena fue coautora de varios artículos de revisión por pares, presentó ponencias en congresos científicos internacionales, impartió conferencias invitada, dirigió como investigadora principal una subvención de los NIH y formó parte de secciones de estudio de los NIH. Aunque realmente disfrutaba trabajando como científica, Elena siempre tuvo interés por la enseñanza; después de todo, había empezado su carrera investigadora gracias a la inspiración de un profesor de ciencias. Muy pronto, Elena se dedicó a esta pasión, disfrutando plenamente de la oportunidad de ayudar a los estudiantes a convertirse en pensadores independientes, y apoyándoles a medida que se convertían en jóvenes adultos.

En su tiempo libre, a Elena le encanta viajar, pintar, nadar, leer y cocinar. Después de muchos años en Estados Unidos, aún no ha aprendido las reglas del béisbol... pero como buena italiana, ¡es una gran aficionada al fútbol!